EJECUCIÓN

Paco, un famoso cantaor de flamenco vuelve a su pueblo de vacaciones para visitar a sus padres. Desde el primer día, su mejor amigo de la infancia, le está dando la tabarra para que vea a su hijo cantar. Le dice que desde muy pequeño le ponía sus cassettes y que el niño canta muy bien y está esperando una oportunidad.

Paco quería desconectar del mundo flamenco, pero como le insistía todos los días, varias veces, al final accede y le dice que le organice una actuación para comprobar si era tan bueno su hijo como le decía.

Esa noche quedan en el bar del pueblo donde Paco empezó a cantar, se sientan y sale el hijo de su amigo acompañado de un guitarrista y empieza a cantar, bueno, a cantar es un decir. Vamos que una camada de gatos en celo sonaban mejor que el chaval. Fueron los 10 minutos más largos de la vida de nuestro cantaor, no sabía donde meterse. Un horror.

El padre todo orgulloso le dice:

-Paco, ¿qué te parece la ejecución?

A lo que Paco le contesta:

-Hombre, una ejecución me parece muy fuerte, pero un par de hostias sí que se merece.