MATRIMONIADAS

Hoy presentamos unos cuantos chistes nuevos. Son cortos pero de la misma temática, por eso los hemos agrupado en este post. Cuando terminéis, probablemente pongáis definitivamente este Blog en vuestra lista negra. Es más, seguro que lo reportáis a Google para que lo haga “desaparecer”. Pero me voy a arriesgar y allá voy:

El primero:

María se despierta en mitad de la noche y ve que su marido Juan no está a su lado. Se levanta extrañada y va hacia la cocina donde ve luz. Allí se encuentra a Juan sentado, con una botella de whisky en la mesa.

-¿Te pasa algo, Juan? – le preguntó un poco asustada viendo la mirada perdida de su marido.

-Nada, estaba recordando nuestra primera vez. ¿La recuerdas?

-Claro, como voy a olvidarla. Fue en el pajar de mi padre. Recuerdo que justo cuando terminamos apareció con una escopeta.

-Eso es. Y apuntándome me dijo que o me casaba contigo o me mandaba a la cárcel.

Ella se acerca amorosamente y le abraza preguntándole:

- Y ¿por qué te has acordado de eso precisamente hoy?

- Pues porque han pasado exactamente diez años y un día. Si no me hubiera casado contigo hoy saldría libre de la cárcel.

El segundo:

María muy contenta le dice a su marido Juan:

-Cariño, hoy es nuestro aniversario. Diez años ya. ¿Por qué no matamos un cerdo para celebrarlo?

A lo que Juan responde:

-Y ¿Por qué, mejor no matamos a tu hermano que fue quien nos presentó?

Y el tercero y último:

Juan está moribundo en la cama del hospital y su mujer se le acerca y le dice:

-Cariño, ahora que estás a punto de morir quiero decirte una cosa. Antonio, nuestro hijo no es tuyo. ¿Recuerdas que pasamos una mala época? Pues tu amigo Luis, me consoló unas cuantas veces. Espero que sepas perdonarme.

-Te perdono y te digo más, Antonio tampoco es tuyo.

-Ya claro, eso no puede ser. Lo único seguro de un hijo es su madre.

-Pues te equivocas, ¿Recuerdas el día que nació? Me dijiste, “llévate al niño y cámbialo” y eso hice.