miércoles, 12 de diciembre de 2012

PIANO BAR

Juan lleva una temporada estresado por su trabajo, han despedido a varios de sus compañeros y a él le toca hacer lo suyo y lo de ellos, así que cuando el jueves puede salir un poco antes se marcha al piano bar que han abierto debajo de su oficina.

Se sienta en la barra y pide un gintonic mientras se fija que el pianista tiene un mono sentado a su lado. Justo cuando le sirven la bebida, el mono sale corriendo y moja la cola en su gintonic y se vuelve corriendo junto al pianista.

Juan no puede creerse lo que le ha pasado (maldice interiormente al mono), pero dado que está ahí para relajarse, aparta el gintonic y pide otro al camarero. Y justo cuando el camarero le sirve el gintonic se repite la situación, el mono sale corriendo otra vez, moja la cola en su gintonic otra vez y se vuelve corriendo junto al pianista otra vez.

Juan se empieza a mosquear (maldice interiormente a todos los antepasados del mono), pero recuerda lo mal que lo ha pasado últimamente y decide pedirse otro gintonic. Y claro, no hay dos sin tres. El camarero le vuelve a servir un gintonic, y el mono vuelve a salir corriendo, vuelve a mojar la cola en el gintonic y vuelve a irse junto al pianista.

En ese momento Juan se ha hartado, se acerca al pianista que sigue tocando sin inmutarse y le dice:

-Por favor, ¿usted sabe por qué el mono mete la cola en el gintonic?

A lo que el pianista contesta:

-No, pero si me la tararea...

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