viernes, 29 de noviembre de 2013

EL MEJOR AMIGO DEL HOMBRE

Juan al volver a casa se cruza con su viejo amigo Pedro al que hacía años que no veía. Le encuentra muy delgado y algo avejentado. Le parece muy raro su aspecto porque Pedro siempre fue el guapo del grupo y el que más se cuidaba.

Pero lo que más le extraña es que está paseando un perro. Juan recuerda que a Pedro no le gustaban nada los animales y mucho menos los perros.

- Hombre Pedro, cuanto tiempo. 
- ¿Juan?, joder, sí que hacía tiempo que no nos veíamos. 
- ¿Que tal te va todo? Lo último que sé de ti es que te casaste con María. ¿como os va? 
- Pues mal, la pillé en la cama con su jefe al poco de casarnos. 
- Joder tío, lo siento mucho. 
- Bueno, ya estoy mejor. Aquello me hundió. Entré en una depresión brutal. Perdí mi trabajo, perdí todo contacto con mi familia y amigos. Me aislé de todo. Al final empecé una terapia nueva, basada en el amor por los animales y ya me ves, aquí estoy con Thor. 
- La verdad es que me ha sorprendido verte con un perro. 
- Ya, yo tampoco las tenía todas conmigo, pero me está ayudando un montón en mi recuperación. El único problema es que me quiere tanto que en cuanto me pilla distraído se me monta. Se me cae algo al suelo y cuando me agacho a cogerlo, pumba, se me monta. Me agacho a abrocharme las deportivas y, pumba, se me monta. Incluso cuando salgo de la ducha y me estoy secando, pumba... 
- Se te monta. 
- Efectivamente, así que voy a llevarle al veterinario. 
- Normal, es mejor que le castren. 
- No, que va, voy a cortarle las uñas, que no veas como me está dejando la espalda.  

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