viernes, 10 de abril de 2015

PERDIENDO EL NORTE O VENTE A ALEMANIA, PEPE

Un día se ponen todos los planetas alineados y te encuentras con la posibilidad de ir al cine y encima, a una película que no es para niños. Eso sí, lo malo es que (por la hora y el lugar donde te encuentras) no tienes mucha oferta donde elegir ni casi tiempo así que te decides por la que parece menos mala.

La película elegida es "Perdiendo el Norte" y, no sé como serían las demás, pero esta no es para tirar cohetes. La trama se podría resumir en un "Vente a Alemania, Pepe" del siglo XXI. Si en aquella película al protagonista (Alfredo Landa) le convence un amigo (José Sacristán) de lo bueno que es ir a trabajar a Alemania para ganar mucho dinero, en esta, a los dos protagonistas (Yon González y Julián López) es viendo en una especie de "Españoles por el mundo" a uno (Arturo Valls) vanagloriándose de lo bien que le ha ido emigrar a Alemania.

Si en aquella, había un español (Antonio Ferrandis) que había pasado mucho tiempo en Alemania, que hablaba poco de su pasado y era todo un huraño, en esta película hay otro personaje igual (curiosamente interpretado por José Sacristán).

Si en aquella, el protagonista que no tiene gran preparación académica, se da de bruces con la realidad y acaba siendo explotado teniendo varios (y variopintos) trabajos, en esta, los dos están suficientemente preparados con carrera universitaria y doctorado, y acaban también siendo explotados en un Kebab.

En realidad, Perdiendo el Norte, se puede resumir en la relación de amor y odio (u odio y amor, según se mire) entre Yon González y Blanca Suárez y el resto de la historia es circunstancial. Lo mejor de la película (como no podría ser de otra manera) es la actuación de Julián López, aunque en realidad, no logra que la película remonte. También es destacable los mini papeles de Javier Cámara y Carmen Machi y las imágenes de Berlín.

Y poco más que añadir. Una película aceptable que más bien, parece un capítulo largo de cualquiera de las series en las que ha participado su director Nacho G. Velilla. Eso sí el público la respalda mayoritariamente, superando ya el millón de espectadores.

Mi puntuación es dos aquicabedetodos sobre cinco.



3 comentarios:

  1. Pos con un dos no aprueba!!! que yo no es por nada no.....pero es que el cine español en su mayoría como que no.....aunque alguna se salva claro. Pero......
    Vamos que por tu crítica me ha parecido una película de los sesenta remodernizada.....pero y lo a gustito que habrás estado tu un rato en el cine? por cierto....como son ahora las butacas? y la pantalla? sigue siendo tan grande? y a franco que le parece todo esto? jajajajajajja
    vamos....todo esto para decirte que la última vez que fui al cine ni embarazada estaba!!!!!!!!!!!

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    1. Pues querida Lois, ya no hay pianista en los cines porque las películas son sonoras y, agárrate, son en color!!!

      En serio, lo único decente, aparte de alguna escena graciosa, fue que pasamos un rato sin tener que estar pendientes de mini personajes, solo de "disfrutar" de la película.

      Gracias por comentar...

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  2. Pues a mí es una película que me dejó un agradable sabor de boca. Vi de un modo irónico todo lo que nos siguen contando cincuenta o sesenta años después y que volvemos a creernos, más que nada porque necesitamos creerlo ante la desesperación que nos rodea.

    No obstante yo le daría un dos y medio porque me hizo salir con una sonrisa en la cara.

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