jueves, 9 de febrero de 2017

ORGULLOSOS DE NUESTROS JUGADORES III

Me puse a escribir sobre el partido de vuelta de semifinales de copa entre el Barça y el Atleti y empecé a divagar tanto que lo tuve que desechar.

Me preguntaba porque la gente se hace de un equipo. Todo el mundo quiere que su equipo gane y consiga títulos, entonces ¿por qué se hacen de equipos que nunca ganarán nada? Entiendo que unos se hacen por seguir la tradición familiar, otros al contrario, para ir en contra de esa tradición. He conocido casos que eligen el equipo porque les gusta la camiseta, o se trasladan de ciudad y se hacen del equipo que tiene de enemigo común el mismo que el suyo (luego tus hijos se hacen también de ese equipo, ¿verdad Esteban?).

Los habrá que se hacen del que les entra por los ojos ya que por la tele, radio o prensa escrita solo se habla de los mismos. Algunos verán por casualidad el reportaje de un estadio que no para de cantar y animar aunque el equipo vaya perdiendo y el flechazo será instantáneo. O si esa imagen la vive en directo dentro del estadio, el amor por ese equipo será para toda la vida. También están los que un compatriota ficha por ese equipo y ellos, que no conocían mucho del club se hacen inseparables aunque el jugador vuelva a su país, (¿verdad Vicente?).

A todos nos gusta decir que de nuestro equipo se nace, y del equipo contrario, se hace. Yo no sé porque soy del Atleti, no tengo un recuerdo mío diciendo, desde ahora soy del Atleti. Desde que tengo uso de razón (o a lo mejor, porque no la tengo) soy rojiblanco.

Yo lo único que tengo claro es que me gusta mi equipo cuando gana, pero, como el pasado martes, también me gusta mi equipo cuando no gana. Según vas creciendo, la vida te enseña que no se gana siempre, ni que siempre gana el mejor. Y sobre todo, lo que vas aprendiendo con el día a día es que la vida puede ser muy injusta.

Y el fútbol (para mí) es un reflejo de eso. Yo al Atleti no le pido que gane siempre ni que consiga títulos todos los años. Yo lo que quiero y por lo que pago mi abono es para que compita, para que cada partido luche (como hermanos defendiendo sus colores) y que me haga vibrar.

El día después del partido, le dije a mi Santa que tenía las piernas doloridas de la tensión del partido y ella me dijo, (como casi siempre), que no entendía mi pasión y que sufriera tanto. Yo le dije, (también como casi siempre), que es algo inexplicable, que no es tanto sufrir como disfrutar.

Al final he vuelto a divagar como con el otro post que borré. Yo en realidad solo quería decir que a pesar de no haber ganado al Barça, estoy muy orgulloso de mi equipo porque pusieron contra las cuerdas al que,(supuestamente), es el mejor equipo del mundo (aunque últimamente parece que solo es el equipo con el mejor jugador del mundo). Que se sobrepusieron a un estadio lleno, a los goles (clarísimos) fallados, a un gol en contra, a un gol (mal) anulado, a un penalti fallado para casi hacer la machada de la remontada.

No sé que pasará a partir de ahora y hasta final de temporada. La Copa ya no se puede ganar, el objetivo de acabar entre los tres primeros de la liga está más complicado que estos años atrás, ganar la liga es casi imposible (aunque nunca se sabe) y estamos a seis partidos de llegar a otra final de champions (y ganarla por fin). Pero lo que está claro es que hemos vuelto y que partido a partido (que es ahí donde somos jodidos), se va a volver a competir y luego, con buena o mala suerte y si se alinean los planetas ya veremos donde acabamos.



Y por supuesto, todo este orgullo tiene un nombre SIMEONE. En el futuro le diré a mis nietos que le vi hacer cosas que nunca creerían...

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