jueves, 13 de marzo de 2014

PORQUE LUCHAN COMO HERMANOS

El partido de vuelta de octavos de la champions contra el Milan se veía desde el principio que era especial, distinto. Se notaba en todo. De entrada por la llegada al campo. Normalmente (vamos en el autobús de la peña de mi barrio), solemos llegar con, mínimo, media hora de antelación. Pero ayer, no.

Los autobuses de las peñas aparcan en la calle Alejandro Dumas. Y lo que en teoría son cinco minutos, desde la Puerta de Toledo hasta esa calle tardamos más de media hora. Y realmente, nos bajamos antes porque veíamos que no llegábamos. (Alguna vez se estudiará como NO dirigir el tráfico por parte de los policías municipales en los alrededores del Calderón los días de partidos porque es de vergüenza).

La llegada a los tornos también fue un infierno. Todas las calles que desembocaban en el campo estaban hasta arriba de gente. (Estaba hasta parado Falcao que iba en coche con su esposa. Estoy seguro que se perdió el primer gol). Por las puertas de entrada no había ni una cola ni varias, lo que había era un tumulto de gente que ni el primer día de las rebajas.

Cuando por fin pudimos entrar (menos mal que la gente se lo tomó bien, y dentro de lo que cabe todos fuimos educados y cívicos y no hubo ningún problema de orden público) y llegar hasta nuestra localidad vimos como acababa de echar el balón a rodar. Nos perdimos el tifo, las banderas, el himno a capella...y un poco más y nos perdemos el (que coño gol) golazo de Diego Costa.

También se notó que el partido era especial por el colorido de las gradas. Si en el partido contra el madrid comenté que me tocó al lado una pareja de madridistas, esta vez teníamos al lado a una familia asiática que disfrutaron como enanos. No pararon de animar y, como no, de hacer fotos y vídeos de todo. Las banderas que repartieron por el campo y que había pagado la plantilla hacían que el partido pareciera de otra época. Todo el campo estaba entregado a la causa.

El rival. No siempre te enfrentas a un siete veces campeón de la copa de Europa (sí, vale, amigos madridistas que leéis esto, vosotros tenéis nueve) y aunque estén en horas bajas, tienen jugadores que en un momento dado te la pueden liar. Y eso pasó. Después de marcar el primero, el equipo se echó un poco atrás a esperar, pero en vez de una contra que matase el partido y la eliminatoria, llegó el empate de Kaká. En otro tiempo (no muy lejano) esto hubiera hecho que al equipo le temblasen las rodillas, pero el "cholismo" que nos gobierna ha desterrado cualquier signo de "pupismo" (como decía Luis Aragonés "si nosotros somos el pupas, los demás que son, ¿los costras?"). El equipo dio un paso adelante y con un poco de fortuna (para ser campeón a parte de jugar bien también tienes que tener "la suerte de los campeones") llego el gol de Turán. Y ahí sí, ahí se acabó la eliminatoria. Todo lo que quedó después fue disfrutar del pase a cuartos con el ya habitual gol de Raúl García y el segundo de Diego Costa.

Quiero resaltar varias cosas del partido. Primero, la horrible primera parte de Mario Suárez (dando pases al contrario en una zona donde no se puede hacer) que mejoró en la segunda justo después de recibir un golpe y que le pusieran una venda en la cabeza (¿casualidad?). Segundo, el temporadón de Raúl García que a lo tonto no para de pulverizar records con el Atleti (reconozco que yo pensaba que tenía que haber sido vendido hace tiempo. Me merezco un gran ZAS EN TODA LA BOCA). Tercero, el Cholo agotó los tres cambios y no pasó nada (por lo menos, malo). Cuarto, en una falta a favor del Milan, Balotelli le pegó con todas sus ganas (que son muchas) y el balón le dio a un jugador de la barrera (más concretamente en la parte baja de la barrera de Raúl García Diego Costa) que cayó redondo. Y los jugadores del Milan, en vez de seguir la jugada echaron el balón fuera (RESPECT). Quinto, ya he dicho que el campo estaba espectacular, pero es que a la salida vimos que había gente de todo el mundo. Nos cruzamos con varios grupos de extranjeros que debieron vivir algo especial, porque más allá de los colores, el espectáculo de la grada es de los que crea afición. Y por último, pero lo más importante, el partidazo de Gabi (y van ya...). No creo que se pueda tener un capitán mejor. Cansa solo verle correr a presionar. Si estás cansado y no puedes con tus botas y ves como tu capitán se mete una carrera en el minuto ochenta para presionar la salida del balón del contrario, sacas fuerzas de flaqueza y le acompañas en la presión. Encarna perfectamente el espíritu del Cholo en el campo.

Fue un partido de esos que recordaremos en años como una noche mágica. Esperemos que haya sido un paso más hacia esa revancha que la historia nos debe desde hace cuarenta años.


2 comentarios:

  1. No podías expresarlo mejor! ! Sabes que me llevarás contigo y solo tengo algo más que decir gracias por hacer que cada día sepa porque soy del atleti!!

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