martes, 25 de junio de 2013

LA MONJA Y EL CAMIONERO

Nueva entrega de los Grandes Chistes de la Humanidad. Este chiste lo he recordado hoy hablando con un amigo sobre esta noticia de la supuesta juerga de algunos jugadores de la selección española después de su victoria sobre Uruguay en la copa Confederaciones de Brasil (noticia que no me creo. No veo  a Iniesta jugando al strip póker ni de juerga con prostitutas. Si en la selección estuviera Guti, pues sí, todo encajaría, seguro que terminaba liado con travestis, como Ronaldo, el bueno, pero él queriendo). Ahí va el chiste (aviso para lectores sensibles, el chiste es un poco guarro):


Juan vuelve de la fiesta del orgullo gay a su pueblo. Como se le ha hecho tarde, no tiene quien le acerque, pero como está relativamente cerca no le importa y se va andando. Para este año, el disfraz elegido es el de monja.

A mitad de camino por la carretera secundaria por la que anda, se para un camión a su lado. Pedro, el conductor del camión le dice que le puede acercar al pueblo, que le pilla de paso así que Juan, cansado de toda la fiesta le dice que sí. Pedro empieza a hablar con la monja sin darse cuenta que no es una monja. A Juan le hace gracia esto y sigue con el juego fingiendo lo que no es. Incluso, para añadir más morbo a la situación, se sube el hábito para enseñar sus piernas totalmente depiladas.

A Pedro se le escapa de vez en cuando la mirada a las piernas y se empieza a poner cardíaco porque ya no recuerda la última vez que estuvo con una mujer. En un momento dado, Juan le dice a Pedro:

- Le estoy muy agradecido por este viaje, y como no tengo dinero para pagarle, he pensado, que Dios me perdone, en que podríamos tener sexo, ¿qué le parece?

- Pues mire, la verdad es que hace mucho tiempo que no estoy con una mujer y me apetece un montón, así que, como usted dice, que Dios me perdone, pero sí.

Juan no creía que llegaría tan lejos la broma, pero el camionero no está nada mal, así que sigue adelante diciendo:

- Vale, hagámoslo. Pero quiero pedirle un favor, hágamelo por detrás que es menos pecado. Así puedo decir que sigo siendo virgen.

Pedro está de acuerdo, se pasan a la parte de atrás del camión y empiezan con el tema. En el momento álgido, Pedro pasa su mano por delante de Juan y le toca el miembro y dice:

-Anda coño, ¡¡si la he traspasao!!

Pido disculpas si alguien se ha sentido ofendido por el chiste. Prometo que los próximos serán menos verdes y más blancos.

2 comentarios:

  1. Mas BLANCOS ... permitame que lo dude.. tu odias el blanco!!!!!

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    1. Sabía que precisamente tú detectarías ese matiz.

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