Si en mi anterior post comentaba que Twitter me servía para,
entre otras cosas, enterarme de situaciones y datos curiosos, fechas señaladas,
etc, hoy es otro ejemplo de ello.
Leyendo esta mañana mi time line (que gracias a vosotros es
de lo más rico y variado) me he enterado de que hoy se cumplen 57 años desde
que al Doctor Emmett Brown se le ocurrió la idea del condensador de fluzo.
Para los que, espero que pocos, no sabéis de que estoy
hablando deciros que el doctor Brown es el amigo científico de Marty Mcfly, el
protagonista de la trilogía Regreso al futuro. Y justamente un 5 de noviembre
de 1955, después de golpearse la cabeza en el baño, tuvo la visión del
condensador de fluzo que haría posible los viajes en el tiempo.
Pero no fue, hasta 30 años después, en 1985, cuando pudo
hacer el primer viaje en el tiempo, ya que se necesitaban 1,21 gigavatios de
electricidad y para conseguirlos, Doc (como le llama Marty) le tuvo que robar el plutónio a un grupo
terrorista que le había contratado para que hiciera una bomba.
Recuerdo cuando vi la primera parte en mi recién estrenado
vídeo VHS. Todavía era muy joven y no me podía creer que terminará como
terminó, con aquel “To be continued”. ¡¡¡Como podían hacernos aquello!!! Encima
tocó esperar unos cuantos años hasta que llegó la segunda parte.
En aquella época, sin Internet, era difícil estar bien
informado de como iba el rodaje y de cuando estrenarían la segunda parte. Lo
único que sabía era que iban a rodar la segunda y la tercera parte a la vez
para que Michael J. Fox siguiera aparentando el adolescente de la primera
parte.
Recuerdo, que un amigo, siempre me decía que el guión de
esta película se estudiaba en las escuelas de cine americanas porque era el
guión perfecto, no se le escapaba nada.
Creo que esta trilogía es la principal culpable de que uno
de mis géneros favoritos en cine sea el de los saltos en el tiempo. Aunque
pocas películas me han gustado tanto como esta.
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