martes, 25 de febrero de 2014

A PAMPLONA HAY QUE IR CON ALGO MÁS QUE UNA MEDIA Y UN CALCETÍN

Hay una canción de Los Secretos (Ojos de gata) que dice "como explicar que me vuelvo vulgar al bajar de cada escenario". Y eso es lo que le pasa al Atleti actual.

Si olvida el como ha llegado a donde está. Si en el vestuario se deja aquello que le ha hecho ser la alternativa a la bicefalia de la liga. Si piensa que con el piloto automático le da para ganar los partidos. Si se salta aquello del "partido a partido" se vuelve un equipo vulgar y le pueden pintar la cara como pasó el pasado domingo en el Sadar.

El Cholo hizo rotaciones y dio la razón a los que piensan que la plantilla, siendo mejor que el año pasado, sigue siendo corta. La defensa fue la de gala menos Toby por Miranda. En el centro del campo volvió a aparecer Diego que, desde los esperanzadores veinte minutos que disfrutó contra la Real Sociedad (casi recién bajado del avión que le traía de Wolfsburgo) no ha vuelto a tener un partido decente. También volvieron al equipo titular Villa y Adrián.

¿El problema del partido penoso estuvo en el once titular? Yo creo que no. El problema estuvo en la falta de intensidad. El Atleti nunca entró en el partido. El primer gol llegó cuando todavía los jugadores se estaban subiendo las medias. Fue una jugada perfecta. Pareció que en la previa le habían robado la libreta de jugadas ensayadas al Mono Burgos. El segundo gol incide en la falta de intensidad del equipo. Perdida de balón demasiado cerca del área y tiro perfecto que entra pegado al palo. Y el tercero más de lo mismo. Centro, sin apenas oposición desde la línea de fondo y remate, también sin apenas oposición, desde el área pequeña. Courtois nos tiene acostumbrados a milagros pero el pobre no pudo hacer nada en los tres goles.

La única buena noticia del partido fue la vuelta de Filipe Luis que jugó menos de un mes después de su lesión en San Mamés en Copa. Eso sí, se le vio perdido sin su "pareja" en la banda izquierda Arda Turán. El turco salió en la segunda parte y fue el mejor del Atleti en el partido.

Y ahora, ¿qué? Pues nada, hay que seguir con la filosofía del "partido a partido" que tan buen resultado está dando. Y además, ahora más que nunca hay que pensar en el próximo partido porque vuelve a ser contra el Madrid y como dije el año pasado después del derby del Calderón, no es un partido más. Este año, ganar vale más de tres puntos. Nos daría el golaverage particular contra ellos. Y visto la, hasta ahora igualdad entre Barça, Madrid y nosotros, es muchísimo.

La parte pesimista del partido es que después de haberles ganado dos partidos seguidos, en una semana ellos nos han ganado dos veces.

La parte positiva, que salvo Tiago, Simeone puede contar con toda la plantilla, que en el Madrid no jugará Casillas (las únicas veces que les hemos ganado ha sido con Diego López en la portería) y sobre todo, que llevaré a mis peques.

Este será su primer gran partido en directo en el Calderón. Este es su primer año de abonadas y todavía no conocen la derrota. Todos los partidos a los que han ido (que han sido casi todos los de liga) los cuentan por victoria (menos el empate contra el Barça, el otro gran partido que han presenciado), así que, confiando en la manera de preparar los partidos de Simeone y la suerte que dan mis peques, ahora mismo estoy convencido de que vamos a ganar.

Eso sí, espero que los jugadores hayan entendido que si se olvidan de lo que les ha hecho luchar codo con codo con los mejores, se vuelven (como Enrique Urquijo al bajar de cada escenario) vulgares.

PD: El lunes por la mañana, recién levantado, mi única neurona seguía enfadada por el pobre espectáculo del partido y "gritó" en tuiter la frase que da título a este post. Hoy, uno de los periodistas deportivos a los que más admiro, Rubén Uria, ha escrito un post con un título parecido, gracias al retuit que hizo Propanprul de mi tuit. La verdad es que leyendo el post de Rubén uno se da cuenta que él escribe y yo, junto letras.  

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